Muchos de nosotros hemos crecido con el Oeste Americano de fondo. Tan solo las películas nos transportaban a un mundo desconocido y que, aún sin formar parte de nuestra cultura, nos mostraban un escenario encantador.
Hoy hablaremos de un rincón del mundo virgen y espectacular, de esos que te hacen pensar en la belleza y en el poder que emanan de la naturaleza y que te dejará sin habla durante un tiempo.
Te preguntarás cómo es posible que algo así exista y que el mundo no lo cante a gritos, y desde luego porqué no has ido antes.
No es fácil llegar, no está señalizado ni cerca de tierra conocida, necesitas un permiso para acceder al territorio y deberás estar en buena forma física para recorrer andando los 15 km de tierra que hay desde el aparcamiento. Pero si pese a todo consigues llegar, hallarás un paraíso como pocos…
Recibe el nombre de “Havasu Falls”, forma parte de la Reserva de los Indios Havasupai, y se ubica en Arizona, en uno de los extremos más recónditos del Gran Cañón del Colorado. Se trata de un pequeño poblado indio que cuenta con una escuela, un supermercado (más bien minimercado), un camping, un albergue y algún que otro servicio básico.
Es muy curioso que millones de personas visiten cada año el Gran Cañón y que muy pocas sepan que tienen “al lado” la joya de la Corona. Aunque siendo justos, ese desconocimiento es su bendición.
Se trata de un espacio natural prácticamente inexplorado y de terreno rojizo que contrasta con el azul turquesa de las aguas. Cuenta con varias cascadas y saltos de agua dedistintas alturas, con formas y colores diferentes, pero igualmente bellos.
Una vez en el poblado, conocido como Supai, deberéis caminar un poco más para ver la primera cascada, tan solo un km aproximadamente, y os encontraréis con Upper and Lower Navajo Falls formando una estampa preciosa (la del fondo es la Upper y la primera de la imagen la Lower).
Os recomendamos que investiguéis la zona, así podréis ver las cascadas desde otros puntos de vista, obtener las mejores fotos, y disfrutar de los paisajes que se aprecian desde zonas más elevadas.
Son dos cascadas espectaculares, y solo son las primeras. Lo único que pensaréis es que es difícil que las siguientes lo superen.
Todas ellas se encuentran separadas por algunos kilómetros. No son grandes distancias pero será un camino eterno ante las expectativas creadas. A pesar de todo, desde Candal Tours os garantizamos que el esfuerzo y la espera valdrán la pena.
Os señalamos las distancias:
Supai—1km—Navajo Fall—2,2km—Havasu Fall—1,6km—Mooney Fall—4,8km—Beaver Fall—9,6km—Supai
La siguiente cascada que veremos es la estrella de la función, Havasu Falls. Es la cascada más popular, más bella y más llamativa de toda la reserva y por ello la han bautizado con el nombre de la misma, Havasu.
Cuenta con 37 metros de altura, siendo la segunda más alta por detrás de Mooney Fall, y remata en una piscina natural. Al acabar el trail no hallarás mejor premio que relajarte en ella.
De aguas cálidas y colores surrealistas (debido a la gran cantidad de carbonato cálcico y a los minerales del agua) creerás que te encontraste con el único oasis del desierto de Arizona.
Por otro lado, debemos insistir en que tengas en cuenta el tiempo del que dispones. Sabemos que en este paraje es fácil olvidarse del reloj pero si vas con el tiempo justo y quieres visitar alguna cascada más, con todo el dolor de tu corazón, sal del agua y camina hacia la siguiente. Cuando llegues y la veas sabrás que has hecho lo correcto.
La tercera cascada que veremos se conoce como Mooney Falls, y se encuentra a 3 millas del poblado (4.8 km). Aunque visualmente es muy similar a Havasu Fall, con el mismo tipo de caída recta, Mooney gana en altura, con 64 metros, siendo la más alta de todas.
Por último, nos encontraremos con la despampanante Beaver Fall. Ya queda un poco más alejada, a 6 millas desde el poblado Supai, o lo que es lo mismo, 9 kilómetros y medio… pero si tenéis tiempo agradeceréis ir a verla. Cuenta con varios saltos de agua que van formando pozas, para lujo de los bañistas, y diferentes alturas que proporcionan vistas inolvidables.
Todas las cascadas con las que nos obsequia la reserva se localizan en un entorno natural incomparable. Bien valdrían como escenarios de película, cada cual más atractivo.
El problema, si es que esto se puede considerar un problema, es que, a partir de aquí, tus expectativas en cuanto a este tipo de paraísos serán muy elevadas y será difícil superarlo, pero tu viaje, que es lo que nos interesa, será el soñado.
Hasta la próxima!!!