Quito tiene miles de años de historia y esa realidad la trae tatuada en cada esquina. Importante ciudad del Incario, punto clave de la colonia española, capital de Ecuador. En Quito se goza, se come, se bebe, se pasea y se baila. Una ciudad dueña de un clima fantástico, siempre viviendo en primavera. Unos días con algo de lluvia y otros con un sol de lujo. Sus días son perfectos para admirar la ciudad desde sus innumerables miradores. Vistas espectaculares del casco colonial más grande y mejor conservado de toda América Latina. Un centro histórico que no solo está lleno de arquitectura profunda, sino de gente, gente que hace vibrar sus calles con su comercio, sus tradiciones, sus bebidas. Los amaneceres de Quito dejan sin aliento, su cielo azul no tiene límites. Los volcanes que la rodean impresionan. Un vistazo al Cotopaxi, el volcán activo y nevado más grande del mundo marcará el álbum del viaje. A pocos kilómetros, la mitad del mundo. La línea que divide al planeta en los hemisferios norte y sur. Un pie en cada lado es una foto oficial. Luego, comer las delicias que las manos quiteñas hacen con la carne de cerdo: La fritada.